Mejores caballetes para la rueda trasera

Los caballetes para la rueda trasera son una especie de calzadores que anclados en los ejes o en el basculante trasero, colocan a la moto recta con respecto al suelo, como si la misma dispusiese de caballete central y no sólo lateral.

Además elevan la rueda trasera de la moto de forma que su giro quede libre con respecto al suelo.

Estas dos funciones hará que estos caballetes nos sirvan para poder hacer algunas tareas de limpieza y mantenimiento por nosotros mismos.

Para qué sirve un caballete central con ruedas

Como mínimo nos servirá para poder limpiar las llantas donde se acumula suciedad y grasa proveniente de las pastillas de frenos y de la rodadura en sí, pero lo más importante, nos permitirá inspeccionar el estado de los neumáticos, inflarlos a la presión correcta o incluso reparar posibles pinchazos y engrasar la cadena de transmisión de forma mucho más cómoda.

Tipos de caballete central para motos

Existen diferentes tipos de caballetes para moto, por un lado tenemos los que se utilizan para la rueda trasera, que son los más comunes y los que aconsejamos que adquieran todos los usuarios de motos ya con cierta cilindrada, no valen para scooters.

Por otro lado los caballetes para la rueda delantera, que no suelen ser tan necesarios como los traseros ya que el trasero también pone recta la rueda delantera, aunque esta no queda libre de giro pues mantiene el contacto con el suelo.

Si bien los caballetes traseros son los más completos, ya que también permiten mover la moto empujando sobre ellos hacia adelante, lo que hará que la rueda delantera también gire, y con ello que podamos proceder a inspeccionar el neumático delantero y la llanta.

Dentro de los caballetes traseros tendremos los normales y los caballetes traseros para motos con basculante monobrazo.

Los primeros son los más habituales y económicos, se distinguen porque tienen dos patas para anclarlas al basculante o al eje si tu moto dispone ya de diábolos, que son una especie de extensión del eje de la rueda y sirven para que las patas del caballete encajen ahí.

Los segundos o caballetes traseros monobrazo son sensiblemente más caros y también claramente más inestables, su colocación no es tan rápida como los normales, pero claro, si tu moto es monobrazo tendrás que recurrir a ellos, no existiendo otra forma de elevar el eje trasero para su inspección, limpieza y mantenimiento.

Tener o no tener un caballete central

Son muchos los moteros que no disponen de este tipo de artilugios pues confían la moto a sus mecánicos, y ellos, literalmente no se manchan las manos con sus motos. Esto para mi no está bien, pues la relación que uno mantiene con su vehículo de dos ruedas poco o nada tiene que ver con el vínculo que se puede llegar a establecer con el coche.

La moto establece un vínculo mucho mayor con su propietario, pues cuando pilotamos, no sólo conducimos, si no que nos emocionamos mucho más que con el coche al vivir en primerísima persona muchos más detalles que con el coche, y es que en definitiva somos parte de la mecánica, de la amortiguación, de la dirección, al jugar sobre ella constantemente con nuestro peso, inclinarnos, sentir cada uno de los baches, notar el aire con mayor presión sobre nuestro pecho al acelerar, una aceleración que nada tiene que ver con la de un coche, pues un motor de 1.000 cc en una moto ya es capaz de acelerar de 0 a 100 Km/h como un Ferrari. En suma, un conjunto de sensaciones que el resto de tipos de vehículos no te pueden llegar a dar.

Este vínculo requiere un mayor mimo, pues la moto es más delicada que cualquier coche, sus elementos, tales como cilindros, radiadores, bombas, líquidos de frenos, suelen estar expuestos y a la vista. Sus neumáticos son especiales y por ello disponer de herramientas simples en apariencia pero que nos pueden acercar a ese gran vínculo convierte a las mismas en imprescindibles.