A diferencia de otros vehículos con mayor capacidad de equipaje o carga, en una moto no llevamos nunca una rueda de recambio, por este motivo existen otro tipo soluciones para reparar un posible pinchazo sobre la marcha.
Dependiendo del tipo de llanta de la moto deberemos equipar un tipo de kit u otro.
Me refiero a si la mismas equipa un neumáticos sin cámara o por el contrario equipa neumáticos con cámara.
Lo más normal, para casi la inmensa mayoría de motos que circulan por nuestras carreteras es el uso de neumáticos del tipo sin cámara que generalmente se conocen como «tubeless»
Estos neumáticos nos aportan numerosas ventajas frente a los neumáticos de cámara, entre ellas el resultar más seguros en caso de pinchazo y ser mucho más fáciles de reparar una vez detectamos el pinchazo.
La mejora en seguridad estriba en que si el pinchazo se produce por la penetración en la cubierta de un objeto del tipo clavo o tornillo que estaba en el pavimento mientras rodábamos, la pérdida de presión es mucho más lenta y progresiva que en un neumático con cámara, donde el pinchazo no nos dejará circular ni un par de kilómetros.
Es algo normal tener un tornillo clavado en la rueda y no darnos cuenta hasta el momento que decidimos comprobar presiones y nos damos cuenta que nos faltan entre 0,5 1 1,5 bares de presión.
Obviamente aquellos que debidamente inspeccionan los neumáticos de su moto cada vez que afrontan una ruta se darán cuenta antes.
Esta pérdida lenta es así por el tipo de construcción de los neumáticos tubeless, y por que el mismo tornillo hace de tapón evitando que salga el aire de forma rápida. En un neumático con cámara, al tener dos superficies el mismo tornillo tendrá movimiento entre ellas y provocará una pérdida de presión muchísimo más rápida.
Si la pérdida de presión es rápida y perdemos 2 bar en cuestión de metros, en la primera inclinación podemos irnos al suelo con nuestra moto.
Por este motivo siempre recomendaré neumáticos sin cámara a todos los usuarios a excepción de aquellos que quieran disfrutar del enduro o el motocross.
Llegados a este punto muchos se preguntarán el porqué entonces de la existencia de neumáticos con cámara si son potencialmente más inseguros, pues aunque tenemos otro artículo que habla con mayor profundidad sobre ello tan sólo te contaré que su uso está indicado para el campo, donde podemos encontrar mucha piedra suelta, ya que la cámara permite bajar y mucho la presión del neumático temporalmente para afrontar tramos de tierra complicados. Eso sí, si tú y tu moto no vais a pisar pistas de tierra no tiene ningún sentido valorar neumáticos con cámara.
Reparar el pinchazo de un neumático con cámara
En cuanto a la dificultad de la reparación de un pinchazo en un neumático con cámara esto es debido a que la cámara no se puede o debe reparar, y menos aún en marcha, así que deberás llevar al menos una cámara de repuesto siempre contigo y proceder a cambiarla en caso de pinchazo.
He dicho al menos acarrear con una cámara en tu equipaje, pero realmente serían dos cámaras. Esto se debe a que muchas o prácticamente todas las motos de enduro, cross o trail que equipan neumáticos con cámara tienen una gran diferencia en medidas entre la rueda delantera y la trasera, hablo de diferencias en su diámetro superiores a las 2 y 3″, resultando en diámetro mucho mayor en la delantera, como en su ancho que es inferior para la delantera respecto al neumático trasero.
Por estos motivos lo que lo más indicado si afrontas un largo viaje con una moto con neumáticos con cámara sería llevar una cámara para cada neumático, es decir dos, aunque muchos recurren a llevar tan sólo una, la cámara delantera, ya que para salir de un brete, si pinchamos la trasera podríamos utilizar temporalmente y a baja velocidad una cámara delantera en lugar de la apropiada. Al revés no sería posible pues la cámara trasera no cabría de ancho en la boca de la llanta delantera, además de que su diámetro quedaría corto.
Cambiar una cámara por otra implica sacar la rueda de su eje, para lo que necesitarás herramientas específicas para poder aflojar las grandes tuercas que sujetan la rueda. Además cosa que se complica si este es el trasero ya que ahí tenemos la transmisión, desllantar el neumático, para lo que precisarás de unas palancas especiales, no menos de dos aunque se aconseja el uso de tres, y que también deberás llevar junto a tu equipaje.
Con la cámara antigua hay quien la lleva a talleres especializados para su reparación, ellos sellarán el pellizco, corte o agujero con un parche plástico térmico, si bien debido a la alta temperatura que puede llegar hasta la cámara por la transmisión de calor que llegará de la parte externa del neumático en constante roce con el asfalto podría hacer que dicho parte acabase despegándose volviendo a producir el pinchazo.
Esto unido al precio de una cámara, inferior a los 25 euros, hace que en la actualidad no se reparen cámaras de neumáticos.
Seguro que habrás oído algún usuario de neumáticos de cámara que existe un líquido que se puede llevar previamente dentro de la cámara y que reacciona ante cualquier pinchazo, taponándolo de forma rápida. Esto realmente es una utopía, pues dicho líquido bien perderá su capacidad viscosa con el paso de los días, las altas temperaturas y que además dudo que sea capaz de solidificar lo suficiente para tapar pellizcos o agujeros mayores a unos escasos milímetros.
Según los fabricantes de estos compuestos semilíquidos que se intentan aplicar para solucionar pinchazos, también nos debería servir para introducirlo en el interior del neumático tras detectar el pinchazo, posteriormente insuflar aire al neumático para que por efecto de presión el líquido se desplace hasta el orificio con el objeto de taponarlo.
Yo lo he probado, a mi no me ha servido. Te diré más, en un neumático de 18″ con cámara, tras el pinchazo en menos de 800 metros me perdió todo el aire, mi compresor fue incapaz de llegar a inflarlo, y es que realmente estos compresores portátiles tienen poca fuerza y por ejemplo sirven para elevar la presión de 1 a 2,9 bar de presión, pero partir de 0 bares, de un neumático totalmente desinflado me parece a mi que no son capaces.
Además que este tipo de líquidos serán siempre soluciones muy puntuales y únicamente para cuando viajamos sólo, sin acompañante ya que ese peso extra en el eje trasero, si es el que llevamos pinchado, hará que el líquido sea incapaz de retener el aire dentro de la cámara por más de 10 minutos, y eso si llega.
En el caso de que seamos tan hábiles que nos funcione y podamos llegar hasta un mecánico con herramientas para el desllantado y que tenga cámaras en stock que se correspondan con nuestras ruedas, sin hacernos esperar a que le llegue el siguiente pedido a su proveedor de cámaras, la cámara la deberemos sustituir sí o sí.
Un consejo, no compraros motos que lleven neumáticos con cámara a excepción de si vais a realizar mucho el cabra por el monte.
Reparar el pinchazo de un neumático tubeless
En el caso de que nuestros neumáticos sean sin cámara, que será el caso más común y apropiado, estaremos de suerte, porque siendo tan sólo un poco previsor podremos salir exitosos de prácticamente cualquier tipo de pinchazo que se nos produzca en carretera.
La previsión no es otra que llevar siempre contigo un kit de reparación antipinchazos, es un kit que no ocupa muchos espacio y a poco que seas ordenado seguro que puedes llevar bajo tu asiento, aunque sea separándolo en un par de bolsas o bolsitas.
El kit consta de los siguientes elementos, un berbiquí con forma de broca, otro con dos agujeros en su punta, las mechas de caucho para taponar el pinchazo, una pequeña hoja de corte y un par de cápsulas de aire comprimido.
Para proceder a reparar el pinchazo, lo primero será localizar por donde perdemos aire, el pinchazo, en sí, a veces esto se aprecia a simple vista pues podemos ver un tornillo clavado o un pequeño agujero. Otras veces tendremos que recurrir a ir girando lentamente la rueda, y acercar la oreja al neumático hasta escuchar el sonido que hace el aire al escaparse. Acto seguido con agua o saliva intentamos tapar el agujero, obviamente seguirá saliendo aire y hará burbujas, señalándonos donde se encuentra exactamente el pinchazo.
En mi experiencia además del kit comentado siempre llevo junto al kit un pequeño bote de unos 20 ml lleno de agua y jabón, de esos que el tapón es un rociador, o pulverizador, de esa forma me es más fácil localizar el pinchazo ya que el jabón hace que en caso de pinchazo el aire haga burbujas, y de paso una vez acaba de reparar la rueda, me puedo lavar las manos con un par o tres de rociadas.
Si tenemos un tornillo o clavo deberemos extraerlo, para ello deberemos tener algún tipo de pinza o herramienta, en el caso de no tenerlo podemos tratar de utilizar cualquier destornillador que lleve el kit de herramientas original de la moto y en último caso cualquier llave, incluidas las de la propia moto.
Una vez extraído el objeto usaremos el berbiquí con forma de rosca nos servirá para redondear el lugar donde hemos localizado el pinchazo y limpiarlo de forma que quede el caucho limpio y poroso donde se enganche bien la goma que le vamos a insertar. Hay que hacer bastante fuerza, sin miedo, e inclinar la herramienta para que quede bien poroso y abierto.
Otro berbiquí pero que tiene dos orificios longitudinales en su punta y donde vamos a introducir la mecha, macarrón o el churro, este berbiquí nos servirá para ir introduciendo y trenzando al mismo tiempo la mecha dentro del interior del neumático de forma que tapone la salida de aire.
La mecha o conjunto de mechas en sí, ya que en todo kit nos vendrán entre de 5 a diez mechas, también se les llaman churros, churrillos, se trata de una pequeña tira de caucho de no más de 10 centímetros de largo y unos 0,4 milímetros de ancho que resulta muy pegajosa y que será la encargada de taponar el agujero que hemos abierto con el berbiquí.
Una vez bien introducido y con un gesto mágico del berbiquí la mecha quedará trenzada y en el interior del neumático, sobresaliendo siempre unos dos o tres centímetros del caucho de la mecha que deberemos cortar justo al mismo nivel del neumático.
Este corte a la mecha lo haremos con un pequeño cutter u hoja de corte que suele venir con el kit, es indispensable hacerlo bien, dejándolo totalmente sumergido en la superficie del neumático, ya que si la mecha sobresale unos milímetros podría provocar que al rodar, la mecha se introdujese dentro del neumático despegándose y no realizando su función.
Una vez lo hemos cortado el excendete de mecha deberemos añadir aire al neumático pues probablemente hayamos perdido casi todo el aire de su interior mientras reparábamos el pinchazo.
Para esto sirven esos botecitos o cápsulas de aire comprimido, cada cápsula equivale más o menos a 1 bar de presión por lo que necesitaremos como mínimo dos para poder volver a circular con la moto la distancia suficiente hasta llegar a una gasolinera donde usemos el compresor para dejarla a la presión correcta del neumático.
Estas cápsulas se enroscan en la válvula y sacan con fuerza el aire comprimido en su interior, producen una especie de reacción química que hace que su carcasa de metal se enfríe en extremo por lo que será conveniente que las enrosques siempre con los guantes de la moto puestos y si además las mismas poseen una pequeña faja de espuma mejor que mejor.
Ahora ya tendremos la rueda reparada, para comprobarlo deberíamos rociar con agua y jabón, saliva si no tenemos a mano agua, la zona de la reparación, esta no debería realizar burbujas.
Si no produce burbujas deberemos ir hasta una estación donde tengan un surtidor de aire para proceder al hinchado hasta la presión indicada por el fabricante.
No está demás volver a comprobar la presión nuevamente en los días posteriores, si no nos pierde nada podemos dar el neumático como por totalmente reparado y no hacer nada especial con él, eso sí, seguir controlando las presiones de ese neumático y del delantero como mínimo una vez al mes.