Prueba de la Yamaha T-Max

Prueba de la Yamaha T-Max

Prueba de la Yamaha T-Max

Ha pasado por mis manos el hasta hoy indiscutible rey de los megascooters, y esta no es otra que la T-Max.

La T-Max es una moto que se ha ido batiendo en diferentes contiendas con las diversas y diferentes propuestas que otras marcas han ido lanzando al mercado para arrebatarle el cetro del megascooter rey del mercado.

Prueba de la T-Max

Marcas como Honda, BMW, Aprilia, Suzuki, Kymco y otras tantas han sucumbido repetidas veces ante el poderoso Yamaha T-Max.

Y es que la moto de la marca de los diapasones sale victoriosa en todos y cada uno de esos enfrentamientos.

Algunos fabricantes han retado a la T-Max con un menor precio de venta, en ocasiones con una diferencia considerable, del orden de 5.000 euros menos, otros con una mecánica más poderosa que te ofrece más caballos, algunos con una mayor deportividad en su parte ciclo o mejores capacidades electrónicas y con un mayor acercamiento al segmento moto dejando de lado algunos elementos implícitos en todo scooter como el variador, pero nada, no consiguen destronar al rey, incluso Honda más recientemente lo intenta con un concepto nuevo, añadiendo  ciertas dotes de capacidad offroad, pero hasta la fecha casi ninguno de ellos ha logrado arañarle una sóla venta al T-Max, y OjO, que esta Yamaha es con diferencia la moto más cara de su segmento.

Os relato a continuación los resultados en esta prueba de la Yamaha T-Max.

Los cambios estéticos en la Yamaha T-Max 2018

Zaga de la T-Max 2018

Quizá hoy, esta T-Max 2018 se encuentre algo más débil que nunca para afrontar el reto de continuar siendo el líder de ventas en su segmento, ciertas decisiones estéticas del T-Max diseñado en el 2018 no han acabado de convencer a su público objetivo, además de que otros modelos como el Kymco AK500 o inclusive algunos de la propia marca Yamaha que cuentan con una menor cilindrada como la X-Max 300 cc y unas prestaciones no tan alejadas y un precio mucho más acorde con el segmento de los scooters, pueden acabar canibalizándole algunas ventas por ser productos más racionales.

Así pues, la respuesta obtenida del público a los cambios de estética que han llevado a cabo los diseñadores de Yamaha en esta nueva versión de la Yamaha T-Max es como mínimo algo controvertida.

Y es que yo creo que han fallado estrepitosamente en el diseño de su zaga, ese extraño colín no gusta a los seguidores del modelo, me incluyo, es horroroso y sí, muchos preferimos el modelo anterior de lejos, era tan y tan bonito. Para muestra una foto, observa en la fotografía de aquí al lado… esas luces tan separadas, ese espacio negro con el logo… mal Yamaha mal.

Aún así y a decir verdad, la T-Max moto es muy bonita, en su parte lateral, delantera y en la posición de conducción. Inclusive durante la prueba paré en un bar de montaña a comer, por sus ventanales veía la flamante T-Max aparcada y no fueron menos de tres personas las que la rodearon y la observaron, no se si hablaban de lo feo que es ese colín o de lo agresivo de su diseño, pero sí que se que hablaban de ella y si acercaban por los cuatro costados, y es que este megascooter llama poderosamente la atención.

Marcadores de la T-Max 2018

Siguiendo en el plano estético, hablemos del escape, a mi personalmente no me ha gustado, incluso la opción del Akrapovic opcional tampoco, en el Akra oficial que te monta Yamaha es un tubo en negro mate asimétrico con forma de trompeta abierta que no me acaba de convencer y en el de serie se parece a cualquier tubo de serie de moto koreana.

El frontal de la moto, por el contrario que el colín, me tiene capturado, el morrito es precioso, al igual que sus relojes, su cuadro de mandos. Donde dos preciosas esferas a cada lado, velocímetro y cuentarrevoluciones con el ordenador de a bordo enclavado en el medio, una pantalla LCD de un sólo color, perfectamente visible a pleno sol.

Los acabados son muy premium, con alguna escasa excepción, algunos plásticos, como la goma que cierra el asiento no están del todo bien rematados, tampoco el plástico que recubre el motor, ese que debes franquear al subirte cuando hechas la pierna hacia adelante y que te queda entre ambas piernas, es un plástico mate que se marca con facilidad. La unidad de pruebas tenía unos 5.000 Km en su odómetro y ya mostraba signos de envejecimiento por rayadas al rozar con la goma de la suela del calzado al subirte.

Capacidad de carga del T-Max

Botones de apertura del asiento y tapa depósito

Dos personas irán bien cómodas subidas a este scooter, quizá el conductor deberá acercarse más a la parte delantera perdiendo algo de comodidad para que el copiloto no tenga que abrir excesivamente las piernas.

Dicho copiloto podrá cogerse fuertemente a los dos asideros ubicados en los laterales traseros de la moto, sus pies irán sobre sendas estriberas plegables como cualquier otra moto no scooter, ya que este tipo de estriberas traseras no suelen ser tan comunes en scooters.

El baúl de carga de la Yamaha T-Max está ubicado en la parte inferior del asiento de dos plazas como en todas, este asiento, bien rematado en piel, hace las veces de tapa del baúl y se abre al revés, es decir de delante hacia atrás y es accionado por un botón, no tiene cabida para dos cascos integrales, es ancho y está recubierto por una especie de tela de fieltro típica en cualquier scooter con baúl, por el precio podrían haber dispuesto algún material más premium. Su capacidad es la de un casco integral y un semijet. No caben dos integrales como si que caben en otros megascooters de la competencia.

Llegados a este punto debo señalar que los botones de apertura del asiento y también del depósito de gasolina tienen un tacto algo chino. Estéticamente mejorables, además el resorte de la tapa de gasolina tiene pinta de no durar mucho tiempo, se ve un sistema endeble y barato.

Existe como opción y como en cualquier otra moto la posibilidad de instalar un baúl trasero para aumentar considerablemente la capacidad de carga de la T-Max, algunos pilotos los que vienen de motos Rs son auténticos detractores de estos prácticos sistemas pues parece que le resten perfil deportivo a cualquier moto, yo no lo comparto, soy más práctico que quemaete y debo decir que al menos para la T-Max incrementará su capacidad de carga y funcionará a modo de cómodo respaldo para el piloto, además su presencia desviará la mirada de ese colín… algo antiestético… así que nosotros te hemos recopilado algunos de estos baúles.

Ergonomía y comodidad de la T-Max y puesta en marcha

El asiento de la Yamaha T-Max es realmente cómodo, su mullido me ha gustado y mucho, te permite pasar kilómetros y kilómetros, pasar de la hora en marcha subido a ella sin cansancio alguno, pero quizá es demasiado ancho. Por este motivo llegas al suelo con ambos pies bastante peor de lo que puedes esperar en un principio para este tipo de motos y eso que mi estatura no suele darme ese tipo de problemas, más aún con scooters, si esta es una moto que estás pensando en comprarte desde luego deberás probar este detalle a conciencia para no andar teniendo que hacer peligrosos equilibrios cada vez que detengas la T-Max es un semáforo.

Si quieres aumentar la comodidad del pasajero existen una serie de mullidos respaldos que puedes colocar para quitar el miedo a tu acompañante cuando realices fulgurantes aceleraciones con tu T-Max, en tiroriro.com te hemos recopilado algunos de estos respaldos con los que ganarás comodidad para tu copiloto.

Encender el motor, no sin antes una clase técnica pues este modelo funciona sin llave, es un «keyless» donde vas con un llavero en el bolsillo que no hace falta ni que lo saques, funciona por proximidad y hay que pulsar dos veces el botón ON, una para desbloquear la moto y que se enciendan los marcadores y una segunda vez, donde debes pulsarlo acompañado de la maneta de freno y sin el caballete lateral puesto.

Para pararla, lo mismo, aquí no hay llave que girar, ni incluso ningún selector a modo de llave como en la Honda X-ADV, aquí tienes un botón de off que deberás pulsar, una vez para apagar y una vez tras girar el manillar hacia tu izquierda para que se bloquee la dirección de la moto.

Leído quizá suena difícil y complejo pero en la práctica a la segunda o tercera vez te haces con el. Más que nada porque está bien pensado y es lógico, debe ser así, te recuerdo que es un scooter y como tal su transmisión está siempre «engranada» y si arrancas con el caballete puesto la rueda trasera estará en contacto con el suelo, un giro excesivo del puño de gas y la moto iría al suelo.

Conseguido ese encendido puedes escuchar un bonito sonido emerger de su motor, incita a subirlo de vueltas en parado como un macarra ya de cierta de edad, pero ojo, esto es un scooter y no tiene punto muerto, motivo por el que si le das un buen golpe de gas… saldrías disparado.

Con el motor ya ronroneando nos acabamos de ajustar los guantes, regulamos los espejos retrovisores, los puños calefactables y establecemos el modo de conducción al modo deportivo, según el vendedor el modo no deportivo le resta unos 10 caballos al T-Max. Dato que no he podido contrastar en la web de Yamaha.

El ordenador de abordo de la Yamaha T-Max

Piña izquierda de la T-Max 2018

En el acabado de la unidad de pruebas, el DX que es acabado más alto la Yamaha T-Max dispone de algunas funciones extras con respecto a las gamas SX y T-Max pelada, tales como la elevación eléctrica de su cúpula, los puños calefactables y el asiento calefactable. Dichos ajustes te permiten 3 niveles de actuación, todo manejado desde la piña izquierda, botón menú y flechas hacia arriba y abajo.

El accionamiento no es excesivamente difícil pero la apabullante presencia de botones en la piña izquierda dificulta al principio su aprendizaje. Tan sólo para resetar el Trip 1 necesitamos tres personas, dos vendedores de la marca, y un servidor que convive con botones demasiadas horas, al final lo encontramos.

Dispones de otro botón para el control de velocidad crucero, un botón que encuentro sobrante pues estamos hablando de un scooter y como tal, por disponer de un variador no es apto para realizar grandes tiradas sin descanso, es decir no es una moto de corte turístico o como dicen algunos «tourer».

Este acabado, el DX, que es el alto de gama posee también la posibilidad de vincularse con el móvil a través de una app que te permite en todo momento conocer la ubicación del vehículo mediante GPS y que los chicos de Yamaha denominan «My TMAX Connect». La verdad es que es algo que intenta paliar a su manera el hecho de que este modelo de moto, el T-Max es probablemente el más robado y buscado por los cacos en todo el territorio nacional, y con lo que cuesta, que te lo roben es un auténtico descalabro económico, por ello los ingenieros de Yamaha lo habrán incluido. Si bien no tiene más funcionalidades, ni permite recibir mensajes de email o Whatsapp en la pantalla del T-Max ni absolutamente nada más que saber donde está ubicada la moto.

Probando la Yamaha T-Max 2018

Una vez en marcha es una moto muy cómoda, una alfombra voladora, mágica, suave y enérgica, circular en ciudad es una auténtica delicia, con su excelente radio de giro, su visibilidad y sus aceleraciones fulgurantes en las salidas de los semáforos, y no, no iba de «pole man», pero por ejemplo en un cambio de ritmo de 20 a 50 Km/h para adelantar a un lento, te das cuenta que con esta moto realizar un adelantamiento a baja velocidad es realmente un zas, tardas mucho menos tiempo en ejecutar el adelantamiento que por ejemplo con una naked, ya que el tiempo que tardas en bajar marcha en la naked es el tiempo que la T-Max ya está en los 50Km/h y en la naked, aún debes dar gas.

En carretera abierta la pequeña cúpula ahumada de serie regulable que monta el acabado DX, el más alto de gama y que va firmada por el recambista generalista Puig, protege bien más allá de los legales 120 Km/h. Teniendo en cuenta que supero los 180cm de altura. no hará falta una pantalla mayor, como por ejemplo las que montan las gamas inferiores SX y T-Max a secas.

El accionamiento de subida o bajada de la cúpula es francamente rápido, para ellos deberás pulsar la tecla de menú hasta ver el icono de la cúpula en el ordenador de a bordo para acto seguidos realizar una pulsación larga en el botón subir, en dos o tres segundos alcanzará su mayor altura,. Otro detalle de este sistema que ha incorporado Yamaha en su T-Max es que puedes accionarlo en marcha, no importa a la velocidad que circules. Otras motos con cúpula de accionamiento eléctrico te requieren que estés en parado, supongo que por temas relativos a la seguridad.

También es exclusivo en este acabado DX los puños calefactables y si te preguntas por si calientan de verdad… vaya si funcionan, mucho mejor que unos Oxford o unos Tecno Globe que puedes comprar en Amazon e instalar en tu moto, además este modelo incluye también un asiento calefactado, sólo para el piloto y también se nota, ambos sistemas de calefacción disponen de hasta 3 niveles de calor y en un frío día de invierno como el día de la prueba se agradece.

Ya nos hemos acomodado en la T-Max, que sorprende al rodar por su excelente tacto general y generosa comodidad y es hora de dilucidar porqué algunos la comparan con una moto deportiva, yo habñia oído que es una R6 de ciudad, como la opción para aquellos que en un momento dado, por edad, porque ya son papas, deciden colgar las botas y el mono, venderse su pepino y scoturizarse… agárrate que abrimos gas.

El motor de la Yamaha T-Max

El motor, apto para el carnet A2, es un enérgico bicilíndrico que cubica 530 cc. y entrega una potencia de 46 cv. a 6.750 rpm  a la rueda mediante un variador y una correa dentada, esta vez una correa de carbono para aligerar al máximo su peso. Su empuje máximo es 53 nM a 5.250 rpm

Quizá esta aptitud de poder ser llevado por el A2 que no permiten montar un motor de mayor cilindrada y/o potencia lo penalizan para pilotos que vienen de motos de mayor cilindrada ya que la publicidad te lo vende como un megascooter realmente deportivo y su precio así parece indicarlo, pero alto ¿es un megascooter deportivo? Quizá en su parte ciclo sí pero su motor se acaba pronto y es que la realidad de este «bi» es que incluso en su modo S, el más deportivo, rápidamente te lo acabas.

En subida notarás como la transmisión por variador se toma su tiempo, incluso también puedes verte en largas rectas con el gas enroscado a fondo durante un buen rato para que la T-Max corra de verdad, me refiero a manternerlo enroscado mucho más de lo que harías en una moto naked de 70-100 Cv.

A dúo y en subida es donde el T-Max se queda escandalosamente corto siempre teniendo en mente lo que vale en euros, es mucho dinero para tan poca chicha. Te hablo de empujar un suma de 170 Kg. entre piloto y copiloto, peso al que deberás añadir los 213 Kg que pesa la moto más el del combustible, total que el peso global yendo a dúo  rondará los 390 Kg. Así, cargado con dos y en recta consigues a lo sumo y con mucho tiempo y metros por delante velocidades de 140 Km/h de marcador. Se echan en falta al menos unos 10 cv más, en la prueba por la carretera C17 entre Granollers y Aiguafreda, sin ser excesivamente pendiente… bufff, me quedó claro, una Honda Integra o una Honda X-ADV como la que probamos anteriormente claramente anda más.

Las cosas cambian en bajada, y esos 140 Km/h los asumes de forma más o menos fácil y aún consigues más pilotándola sólo donde la notas claramente más ágil y por fin eres capaz de ver ese punto claramente deportivo que algunos le atribuyen pues en curva se aguanta lo indecible y ver velocidades máximas cercanas a los 170 Km/h. como dicen algunos no parece imposible, en bajada.

Realmente este motor notas que sube bien hasta las 6.000 rpm pero a partir de allí, parón y paciencia. Yendo sólo y en plano la aceleración és mucho más potente, y unos 150 Km/h los coge en relativamente poco tiempo, de nuevo recordemos que es un scooter y no una naked o una R. Creo haber leído que hace un 0 a 100 Km/h en escasos 7.7 segundos, una cifra que para nada está mal, aún quedando muy lejos de los 4-5 segundos habituales de una deportiva de 600 cc, pero es más rápido que la mayoría de coches deportivos que suelen estar en los 8-9 segundos.

Es un scooter, es sólo un scooter, es lo que me repito y luego pienso que scooter es igual a ciudad y este T-Max además de moverte perfectamente por la ciudad siempre te dará algo más, esa capacidad inaudita para salir con motos de mayor cilindrada a hacer un almuerzo por la sierra. Desde luego, si tenemos en cuenta este concepto de scooter que es realmente lo que es esta moto, no debería ser uno tan exigente con su motor, pero es que… y volvemos al precio, cuesta más de 14.000 euros en este acabado, y por mucho menos de ese precio, unos 10.000 euros sin extras, ya tienes un MT09 Tracer que es una Sport Turismo que se desenvuelve en ciudad como pez en el agua y que a nivel de motor es del todo incomparable, es un avión.

El consumo de la Yamaha T-Max no es malo, en la prueba, de escasos 100 Km. con unos 60 Km a dúo y casi todo por carretera menos la entrada y salida de la ciudad que a lo sumo será de escasos 5 Km. le saqué unos decentes 5,2L esperaba un consumo mayor por lo que me habían hablado algunos propietarios de modelos anteriores del T-Max y eso que circulé sin contemplaciones, en modo S y a dúo, quizá el Euro 4 aquí ha beneficiado este factor, unido a la reducción de peso que han conseguido este año. Su depósito es de 15 litros lo que te podrá hacer sobrepasar los 250 Km. de autonomía entre repostajes.

La parte ciclo de la T-Max

Equilibrada, excelentemente combinada, la T-Max con sus frenos delanteros de doble disco de 267 mm con pinzas de anclaje radial en la parte delantera y un disco trasero de 282 mm con una pinza de un único pistón detrás te ofrece una frenada contundente y muy dosificable en el freno delantero, algo brusco en el trasero pero que en su conjunto y con sus suspensiones unidas a los neumáticos Dunlop Roadsmart III de 120/70 para el delantero y 160/60 para el trasero le confieren al conjunto del chasis,  basculante, suspensión y ruedas un tacto fenomenal, por encima de las prestaciones de su motor, en curva rápida su agarre es enorme, prácticamente como el de una naked o R.

He hablado de frenos y no quiero olvidar en este punto comentar que además dispone también de un freno de estacionamiento ubicado en su piña izquierda.

La suspensión delantera está confiada a una horquilla invertida con las botellas en un bonito color dorado que le confieren un aspecto muy a lo Yamaha R6 o R1. Su comportamiento en suelo de buen asfalto es impresionante permitiendo inclinadas mayúsculas. En terreno bacheado puede resultar algo imprecisa, como todas, pero en ningún momento perdió la compostura o la trazada.

Dispone de frenada no combinada con sistema antibloqueo ABS no desconectable y control de tracción TCS desconectable así como acelerador electrónico Ride by Wire de la casa, el YCC-T que permite dos modos de conducción, S y T, de turismo y sport.

Su altura con respecto el nivel del suelo és óptima para rodar por carretera abierta pero desagradable cuando te encuentras a dúo recorriendo poblaciones con la existencia de baches artificiales, los llamados guardias estirados o guardias muertos pues toqué el caballete central con el bache en dos o tres situaciones cuando realmente no iba a gran a velocidad.

Parte ciclo trasera

Pero volviendo a las sensaciones en marcha con su parte ciclo tan y tan refinada resulta que conforme hacía más y más kilómetros la moto me empezaba a capturar, incluso tras la primera desilusión de su motor y es que quizá le exigía demasiado, aunque Yamaha a mi también me exige… y es que son 14.000 euros.

Total que fue al final cuando caí rendido ante ella, opté por hacerme un puerto de montaña sólo, sin acompañante, porque esto ya me empezaba a gustar por encima del dinero que cuesta.

Al final ya devuelta al concesionario, encontré bastante tráfico, en esos momentos mientras deambulaba comodísimamente por la ciudad, como quizá jamás había andado en moto por la urbe.

Ese plácido ir y venir me hizo plantear algo inaudito hasta la fecha, si era la Yamaha T-Max una moto para mí o no.

Pensé que sí, ese tacto entre semáforos, ese dulce avanzar… quizá sí era par mi, quizá para más adelante cuando los años te dificulten subirte a una gran trail, o disfrutar asido fuertemente a una naked tras una buena enroscada al puño de gas… pero amigo, su precio, se paga y eso es un enorme lastre que quizá me tire hacia atrás cuando llegue a esa edad, ahora sigo prefiriendo una moto con cambio manual, una moto antes que un scooter.

En este pensar… me acordé de su valor de reventa, te das cuenta que pasivamente ya te has fijado, has reparado en esos anuncios de segunda mano sobre ese «scooter» y ya sabes que no se devalúa tanto como otros tipos de motos y te das cuenta que si lo sabes es porqué quizá en el fondo a ti o a tu subconsciente la T-Max le gusta, y le gusta mucho.

¿Cuál es mejor la Yamaha T-MAX o la Honda Integra?

Como scooter o megascooter es sin lugar a dudas mejor la T-Max, por su inmensa suavidad y su parte ciclo tan capaz. El Integra o la Integra te ofrecerá una mayor aceleración y una mayor velocidad punta, pero su cambio DCT aún siendo un auténtico prodigio técnico no es ni de lejos tan suave como un variador y por ello si hablamos bajo un concepto de «scooter» la solución de Honda queda por debajo.

¿Cuál es mejor la Yamaha T-MAX o la Honda X-ADV?

Como scooter el T-Max, de nuevo el binomio bicilíndrico + variador que equipa la T-Max es claramente más fino aunque menos contundente que la combinación de bicilíndrico + doble embrague + cadena que calza la X-ADV.

A nivel de diseño son claramente diferentes, la X-ADV a mi me cuesta de ver con buenos ojos, a nivel estético es algo raro, con cortes futuristas pero quizá demasiados angulosos, claramente la T-Max es más bonita.

Como moto… la X-ADV de calle, su motor es más enérgico, sus sensaciones más de moto, y ojo, que la T-Max se aguanta de maravilla, pero la X-ADV es más misil, además si quieres meterte por un tramo de tierra, por una pista más o menos accesible, podrás hacerlo sin dificultades, en cambio con la T-Max sería pecar de optimistas el hecho de abandonar el asfalto.

Entre comprarte una u otra, lo mejor, probar ambas y probarlas en el territorio donde piensas desenvolverte con ellas.

¿Cuál es mejor la Yamaha T-MAX o la Kymco AK-500?

Bueno… no he probado la Kymco así que voy a agendarme una prueba.

Sólo apunto que el vendedor de Yamaha me dijo, y lo creo, que en su servicio técnico pasan T-Max con más de 100.000 Km. pocas, la verdad, pues la gente se las cambia antes ya que la T-Max es una moto que va dirigida a un perfil de público pudiente, de abultados bolsillos y como tal se la suelen cambiar por el nuevo modelo pasado algunos años.

En cuanto a la fiabilidad del Kymco… falta que pasen los años, modelos anteriores a este nuevo AK-500 que se ven por la ciudad, ciertamente no dan la talla y lo que a mi me preocuparía serían las piezas de recambio transcurridos los años, podrás encontrar fácilmente un componente de recambio o un simple plástico de los que conforman un carenado cuando la moto tenga ya 10 años. Ufff. No lo se pero no confío mucho en ello.

Conclusiones sobre la Yamaha T-Max

En resumen, la T-Max es muy cara para lo que te ofrece.

Es duro anteponer el precio a las sensaciones, pero así lo veo, por mucho que intento no ser racional y valorar todos aquellos aspecto en lo que tan bien va siempre acabo en el mismo punto…el precio, es desmesurado, se mire por donde se mire.

Tampoco te sabría decir lo que vale ese «tengo una T-Max y tu no» me refiero a ese extraño componente de liderazgo social que muchos atribuyen a los productos caros y exclusivos, como esta Yamaha T-Max, quizá por esa vía si que es justificable ese desorbitado precio. Yo desde luego no lo veo como motivo y no pagaría ni un duro de mas por «comprar» una mayor atribución social aunque puedo entender que otros valoren esos aspectos y precisamente esa sea una razón de peso para decidirse por esta alfombra mágica de más de 14.000 euros. Quizá los años me acaben viendo montado en una para mi día a día. Hoy no.